Estimados y estimadas
Sean ustedes profesores, docentes, maestros, educadores, pedagogos
Cualquiera sea el denominativo que los distingue o con el cual nuestros estudiantes y comunidad educativa se dirigen a ustedes, quiero enviarles un saludo cordial y afectuoso en este día, el día del Profesor.
Con ello quiero simbolizar y expresar mi reconocimiento y admiración hacia nuestra profesión, y a Uds. en particular, por sus desvelos, constancia y dedicación hacia la labor que desarrollan cada día.
Abrazar la delicada misión de ser Profesor, fue un hecho trascendente en nuestra vida, pues no todas las profesiones tienen la tremenda gratificación que tiene ésta: el quedarse en el corazón de los niños y los educandos con quien nos toca convivir y a quienes nos corresponde enseñar y guiar para que puedan tener armas para enfrentar el futuro que les tocará vivir y la sociedad en la cual deberán insertarse y modificar para llevar una vida más plena.
Por eso la misión nuestra no es tan solo instruir y entregar conocimientos, eso lo puede hacer cualquiera, sino que es entregar valores y principios, es mucho más que razón, es corazón y sentimientos. Es por lo anterior que nuestras actividades educativas deben ir siempre impregnadas en situaciones de vida que apunten a esos temas. El hombre nace solo, pero se desarrolla en familia, en comunidad, en el entorno, con vivencias que van marcando su vida y transformándolo en un ser humano ya que “en el lenguaje y la convivencia nos hacemos humanos”. Es ahí que aprendemos a compartir, a ayudar, a socorrer, a auxiliar, a colaborar, a trabajar en equipo, a depender unos de otros y así desarrollamos la empatía, la colaboración, la solidaridad, el compañerismo, la fraternidad. Nuestra tarea es la más noble de todas ya que significa tomar niños que vienen como arcilla para ayudar a moldearlos y que así sean los hombres y mujeres del mañana, que la familia y la sociedad requieren para vivir, convivir y avanzar en paz y solidaridad.
En la Escuela y bajo nuestra guía se propicia la solidaridad, la fraternidad la tolerancia, la democracia, el sentido de vida, y esa es la misión que la sociedad toda nos entrega y a la que los educadores debemos responder a través de nuestra delicada labor.
Un abrazo a cada uno y gracias por desarrollar esa vocación en la que descansa el porvenir de cada pueblo y las esperanzas de cada familia.
Colegio Alonso de Ercilla
